La corrupción alcanza incluso a aquellos funcionarios que pregonaron en su contra. Mire por un ratito a su alrededor, en la aldea global. En el Reino Unido su primer Ministro renunció acusado de varios actos escandalosos reñidos con la moral y lo económico. En Italia pasó lo mismo, y viene pasando desde hace décadas. Recuerdo por ejemplo el episodio “manos pulite”, que si googlea lo encuentra rápidamente.
Lo que llama la atención, y ahí es donde pongo el acento, es la actitud de esconderse, de no enfrentar los cargos, de buscar y sostener la verdad, los principios, que en definitiva son los bastardeados.
¿Se imagina Ud. a Mandela haciendo esto? o a nuestro Padre de la Patria Don José de San Martín esquivando la responsabilidad, o A don Illia haciéndose elegir burlonamente diputado o senador después de ser presidente para tener fueros o para tener más “guitita”? ¡Imposible!...
Fácil es esconderse en escusas como que los jueces son corruptos, que son parciales por la sencilla razón de que no se dejan manejar o las resoluciones que toman son contrarios a interés propios. Otros, quizás fanáticos, se basan en fuentes tan absurdas como que defienden al mismo ¡absurdo! de ser absurdo.
Las expresiones de las minorías no son despreciables. Básicamente con el tiempo crecen y son poderosas. Observe a aquí lo sucedido con Néstor Kirchner: ganó con un poco más del 20 % de los votos y una renuncia o ¿cobardía? de Menen, allá por el 2003. El K_ísmo creció y en un primer momento fue votado por abrumadora diferencia en votos y porcentajes. Después, sufrieron la desilusión del veredicto adverso en las urnas. ¿Se durmieron emborrachados de poder? ¿Se les escapó la tortuga? ¿No vieron venir el tren y se los llevó puesto? Difícil de explicar y digerir, y será tema para otro artículo.
Entonces llegó la hora del Macrismo. Con sorpresa y a mi criterio, sin mucha preparación, quizás con un plan no muy acentuado, que dijeron algo como “lograremos la pobreza cero” que ni ellos creían. Ajustaron. Y tanto no convencieron al Pueblo que éste volvió y reeligió a los mismos que antes no habían visto venir el tren al igual que estos, que no vieron venir ni la sombra ni a un tren.
Parece que es el "Señor Poder" o si se prefiere “las ganas del poder” el que maneja a las personas y no al revés, las cambia, las envilece, las fanatiza y hasta las destruye. El poder es un "ente" que lo maneja todo. Nadie es parte de ese ente o todos los son. Es ambiguo y apersonal. Entiende que toda voluntad se puede comprar con dinero, y lo establece como regla de oro. No se puede pelear ni dialogar con él ya que está en todas partes pero en ninguna a la vez. Y como escala de valores imperante e impuesta es la escrita por los billetes y monedas que son base de este poder.
La democracia es "dividir" el poder en tres poderes independiente: Legislativo (hace las leyes), Judicial (aplica esas leyes) y Ejecutivo (administra y gestiona en el marco de la Ley). Que se complementen. Que no se anulen. Que se respeten. Esa es la consigna. Pero nuestros políticos han limado tanto las diferencias entre estos tres poderes, que casi se anulan, para ser uno solo. Ni hablar de diputados y senadores que son nominados y su único papel es obedecer lo que dice el jefe/a político/a y no lo que piensan. Y menos aún, luchar por lo que el pueblo, que los voto, sin saber ni quiénes eran, ya que engañado con listas complejas de desconocidos, elige tomando como base la etiqueta bien vendida de un color partidario. Y otro tanto pasa con la mayoría de los jueces, que mira la interpretación de las leyes que deben aplicar, según se lo mande la política que los eligió.
Podremos hacer algo nosotros, los ciudadanos? Por supuesto que sí. Hay un voto. Pero también somos responsables de la decadencia, ya que somos nosotros los que he os puesto en poder a “nuestros” dirigentes. Nos dejamos convencer como le pasó a los habitantes originales, que por sus creencias, formación u falta de educación, bastaron caballos montados con seres vestidos como nuestros dioses, o cambiamos nuestras riquezas por espejitos. Hoy esas figuras nos las muestran los medios de comunicación hegemónicos que lejos de informarnos y formarnos, nos lavan el cerebro con elucubraciones tan inventadas como la misma verdad que dicen demostrar.
El poder basado en dinero da sensación de seguridad por muy poco tiempo ya que el apetito voraz termina por consumirse a sí mismo.
Ud. qué creé. ¿Tiene Ud. Poder o quiere tenerlo en estos términos? ¿¿¿Naaaa!!! Se la dejo picando.
Jorge Miguel Peralta, en Tanti 01 de Agosto 2022
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