LA CORRUPCIÓN TIPO MANI PULITE.

Está mal aprovechar una ventaja en los negocios? Obvio que no. Pero..aunque sea utilizando una empresa de las denominadas "offshore" en un paraíso fiscal? Tampoco. ¿Y entonces? Es que el problema no son los negocios ni las empresas sino su uso y declaración. Legalmente hay muchas cosas que se pueden hacer y que muchas veces rozan la muy fina línea entre la ética y lo no ético. (Para ampliar lea en http://www.archivoeditado.com/2016/04/que-es-una-sociedad-o-empresa-offshore.html).
Y no es un problema solamente de argentino. Ni el desfile de funcionarios acusados de corrupción es invento nuestro. Todo lo contrario y si lo pongo en dudas, hasta soy capaz de expresar que aprendimos de otros. Por ejemplo de Italia 1992/1993.
Se conoce como Manos Limpias (en italiano Mani pulite) a un proceso judicial italiano llevado a cabo por el fiscal Antonio Di Pietro en 1992. El proceso descubrió una extensa red de corrupción que implicaba a todos los principales grupos políticos del momento y a diversos grupos empresariales e industriales. El proceso causó gran conmoción en la opinión pública mundial.
Si nota alguna coincidencia con nosotros no es casualidad.


El Mani Pulite se desarrolló en un contexto muy delicado de la política italiana, con una figura destacada que fue Bettino Craxi que fue un político italiano. Con 17 años, ingresó en los jóvenes socialistas de su país y entró en el comité oficial en 1957. En 1968 llegó a diputado y vicepresidente del Partido Socialista Italiano en 1970. En 1976, gracias a un golpe con muchas fuerzas, se proclamó líder del partido. En 1983 se convirtió en el Presidente del Consejo de Ministros en coalición y dirigió el gobierno más largo de la República Italiana, con 1.058 días.
Si algo malo hizo Craxi fue dividir. Algunas italianos lo apoyaban en su política y otros lo opuesto, desaprobaban, porque tuvo mucha autoridad y arrogancia y para apoyar su partido practicaba la corrupción y empeorando el déficit económico y la deuda del país. Su gloria no iba a durar mucho tiempo. Él no entendía las nuevas reivindicaciones del pueblo, que creía satisfechas. Terminó prófugo y condenado en su país a 27 años de prisión. Murió en el año 2000.
Coincidencias con nuestro padecer político social. Muchas. Y para que el parecido sea más verificable hubo fiscales y jueces asesinados. ¿Entonces? ¿qué hacemos?
Es obvio que la solución no es fácil... hacerla. Todos sabemos fácilmente que defendiendo valores de honestidad, diálogo y actitud democrática se llega a mejores metas. Mientras sigamos criticando por criticar, pensando que solamente lo "mío" es mejor que lo "tuyo", haciendo que nuestra lengua filosa sea cada vez más rápida que el oído, al que vamos deteriorando cada día, no hay oportunidad.
Un gobierno elegido con más del 50% de los votos de los ciudadanos debe ser respetado por todos. Los dos últimos presidentes argentinos así lo son. Ninguno pudo ni podrá con la corrupción actuando solo, más allá de los aciertos y los errores. Un sistema democrático tiene en el Pueblo su fuerza, su grandeza.
Vemos que la "clase" política llega al poder y se enriquece materialmente, mientras el trabajador, el simpatizante, el militante, o sea los que "ponen el hombro" sencillamente se empobrecen".
Hay un termómetro que puede medir si la corrupción ya nos alcanzó. Se lo presento: Si Ud. o yo encontramos una bolsa llena de millones de pesos y a la vista no aparece el dueño, ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos con lo que no es nuestro? Esto se llama hurto. Y así empezamos. Se la dejo picando.

FUENTE: páginas como LeOservatore, Wikipedia, Diario El País, Archivo Editado.