De autor ANONIMO:

No se equivoca el pájaro que abandona el nido para aprender a volar. Se equivoca cuando prefiere la seguridad del nido renunciando a volar.

viernes, 29 de mayo de 2015

EDITORIAL DEL VIERNES: SOCIEDAD y EQUIDAD EN LA INFORMACIÓN.

Hay libertad de prensa y libertad de prensa.  Cuestiono las situaciones de agravio a las personas o de información no debidamente fundamentada. Y estoy de acuerdo que se cuestione la invasión a la privacidad o la calumnia. Pero no es lo que me ocupa hoy. 

Es un hecho fácilmente comprobable que hay programas enteros basados en suposiciones o dichos de pasillo o comentarios intrascendentesPero quiero referirme a la libertad de prensa en mayúscula constitucionalmente hablando, y hallándonos en pleno siglo XXI y con gobiernos democráticos hace más de treinta años. Pensando si es lícito admitir que pueda cuestionarse o limitarse la posibilidad de participación en los medios audiovisuales de personas que expresan su opinión o su propuesta sobre temas tales como sociedad, cultura, educación, salud, turismo y justicia porque se contrapongan a una opinión dominante. 
Son temas que, gracias a los medios de comunicación masiva, golpean diariamente los sentidos, pero aún no lo suficiente ni abarcando la pluralidad de los enfoques que podrían publicarse. Generalmente, los "golpes" provienen de hechos negativos. 
¿No hay espacio para temas que colaboren a una mejor humanidad?
¿Son temas aburridos o hay temores no dichos respecto a la repercusión que pudieran tener? Todo llamado a reflexionar en estos campos, desde el ámbito que sea, es valioso y debe trascender. Por ello es conveniente comenzar desde adentro, desde la familia misma que es la que vive en carne propia los vaivenes de la falta de metas claras en la formación de una sociedad madura para optar.
¿Se tiene en claro a quién le compete trazar las líneas de planeamiento educativo, de justicia, o de salud en un país, ó en una provincia? ¿Y qué participación para opinar e influir tienen los ciudadanos en general?
Y si no está claro es porque los ciudadanos no asumimos nuestra responsabilidad en exigir a quienes corresponda el cumplimiento de las palabras dadas y el respeto a los derechos constitucionales. 

Mi derecho termina donde comienza el derecho del otro, pero cuando nos referimos a medios de comunicación la situación es mucho más delicada porque la propiedad comercial no justifica el uso indiscriminado de los espacios. La propiedad de un medio es un ámbito complejo que se debate entre la Ley (afsca) y la interpretación individual de esa ley que intenta dominar el conocimiento disponible. ¿Todas las culpas de lo que se puede o no se puede emitir la tiene la ley o es el afsca el inocente perejil?  Las restricciones para debatir provenientes de los dueños de los medios que se hallan involucrados con alguna ideología en particular existen aludiendo a que no responde a la línea editorial. 
Los temas mencionados deberían ser tema central en cada familia argentina, puesto que la realidad demuestra la poca atención que se le presta a cuestiones que surgen de una médula espinal en formación. Pero es notable el escaso acceso al debate público de personas inmersas realmente en los temas que se ponen a cuestión. ¿La línea editorial obliga a todos a pensar lo mismo o a renunciar a la posibilidad de la expresión pública? ¿Qué sucede en las localidades dónde no hay, al menos,  dos medios entre los que se pueda elegir? ¿Qué diferencia hay entre "línea editorial" y censura? Hasta la próxima, MAD

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