De autor ANONIMO:

No se equivoca el pájaro que abandona el nido para aprender a volar. Se equivoca cuando prefiere la seguridad del nido renunciando a volar.

jueves, 28 de mayo de 2015

IDEAS & CIENCIA XX

Por Jorge Miguel Peralta

HOY:  PARTICIPAR, ALGO VIENE ALGO VA

Hace algunos años, un programa de radio se llamaba “NO TE QUEJES SINO TE QUEJAS”, esto equivale a decir que si algo te duele anda al médico para que te cure y medique. Muchas veces tenemos quejas que nunca llegan a destino, las autoridades correspondientes ni se enteran o bien reciben una desteñida versión de las mismas.
Para toda queja hay un remedio: levantar la voz y participar. Movernos. Si no nos quejamos donde corresponde o ante quién corresponda, puede ocurrir que el motivo se desvanezca, se pierda en el olvido, aunque siga el problema y nos acostumbremos a él.
Claro que para lograr que un reclamo -muchas veces motivo de una queja- sea escuchado, debemos disponernos a reunirnos con otros, charlar, dialogar, escuchar, verificar y seguir el trámite.
Es notable observar que cuando se realiza formalmente una queja o petición solamente un puñadito de vecinos persigue la sola idea de obtener un resultado. Y el resto? Trabajando? Sin tiempo? Las reuniones se hacen a horarios y en días en los que no puedo? Y… puede ser. Pero, nos comunicamos de alguna manera y en algún momento aunque más nos sea con referentes del barrio, centro vecinal, comisión, intendencia, vecinos? Como para expresarles que no puedo y de paso proponerles días y horarios nuevos. Verdad que no?
Por eso unos pocos terminan decidiendo por todos. Aunque carezcan de representatividad y tengan intereses contrapuestos entre ellos y con los nuestros.
Participar es el secreto. Y no es fácil. Siempre hay intereses, apetitos personales, egoísmos, personalismos, pero también aparecen los otros valores como servicio, comprensión, ayudas, dedicación, desprendimiento. 
Exponer claramente una idea requiere solamente esfuerzo por preparar el borrador, incluso memorizar parlamentos. Requiere de precisión. Lo más difícil no es la expresión sino que lo demás escuchen/oigan mis ideas. Si no las tengo claras menos las podré decir y por ende menos se me entenderá o se me escuchará.
El éxito de participar depende de mi actitud personal hacia los demás. Esto incluye una ensalada de prudencia, afabilidad, comprensión, uso de palabras que los demás entiendan y una gran pizca de disposición a escuchar.
Finalmente, expreso categóricamente, que participar es, por un lado, tomar parte en algo y por el otro recibir una parte de algo. Esa ida y vuelta significa compartir, buscar las ideas, con otra persona o grupos de ellas.

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