Personajes, usos y costumbres serranas: Restaurante LA COLORADA

Archivo Editado salió de vacaciones, pero no pierde la costumbre de disfrutar conociendo, preguntando, en fin... ¡aprendiendo! Hoy les presentamos un lugar que se ha hecho a lo largo de muchos años conocido por pescadores y turistas que llegan hasta el paredón del Dique La Viña: El Restaurante de La Colorada.

La propietaria, Beatriz Murcia.

Tomando el camino por las Altas Cumbres, llegamos hasta Mina Clavero, seguimos por Las Rabonas, Los Hornillos y llegamos a la rotonda que nos marca la opción: Villa Dolores o el Dique La Viña, estábamos en Quebrada de Los Pozos. Por asfalto bien cuidado tomamos hacia el dique y a pocos metros nos hallamos con los carteles del Restauran La Colorada. Veníamos cansados y nos sentamos en las mesas vacías (era muy temprano) a tomar mate, esperando conversar con los dueños.

Nos recibió la dueña, Beatriz Murcia, y de allí en adelante tuvimos la oportunidad de conocer "desde adentro" como se espera, se recibe y se atiende a los pescadores y turistas en general que luego de haber probado las especialidades de la casa ya saben donde volverán la próxima vez. Recomendamos de manera especial el pejerrey y la trucha en cualquiera de las versiones que se ofrecen, pero no va en menos las pastas, aves y carnes. La Colorada dirige una cocina que se vuelve sistemática, enérgica, en una vorágine de indicaciones, platos, pedidos y... todo se resuelve, porque entre ella y los numerosos colaboradores está todo previsto para recibir sin previo aviso a contingentes completos si hace falta. 

El sabor a lo casero, y la permanente apertura a la actualización de sabores según los comensales van opinando, han hecho que una frase se reitere de boca en boca..."Si has ido a Traslasierra y no has conocido el dique La Viña (el más profundo de Sud América) y el Restaurant de La Colorada... pues no has visto nada!".