De autor ANONIMO:

No se equivoca el pájaro que abandona el nido para aprender a volar. Se equivoca cuando prefiere la seguridad del nido renunciando a volar.

jueves, 5 de febrero de 2015

IDEAS&CIENCIA IV

Por Jorge Miguel Peralta
Hoy: ARISTÓTELES, EL DE LA LÓGICA

Aristóteles fue durante 20 años discípulo nada más y nada menos que de Platón. Por eso no es de extrañar que desenvuelve a la dialéctica, el método filosófico de Platón, en forma tal que la hace cambiar de aspecto.
Se fija en ese movimiento de la razón, que pasa por la contraposición de opiniones, o de una afirmación a otra, o de una respuesta a otra. Su esfuerzo consiste en reducir a leyes este pasar y pasar de afirmación en afirmación.
Este esfuerzo es el origen de la lógica. Él la estructura y le da forma y hasta hoy no ha cambiado. Las leyes del silogismo, sus formas, figuras, son, pués, el desenvolvimiento que hace Aristóteles de la dialéctica platónica.

Entonces, para Aristóteles el método filosófico es la lógica, o sea la aplicación de las leyes del pensamiento racional, o de lo que es la teoría de la inferencia por la que de una proposición sale otra.
Una afirmación no probada no es verdadera y no puede tener carta en el campo del saber, en el campo de la ciencia. 
Esta concepción de la lógica como método de la filosofía es heredada de Aristóteles por los filósofos de la Edad Media; los cuales la aplican con un rigor extraordinario. Los escolásticos, entre ellos y fundamentalmente Santo Tomás de Aquino, completan el método de la prueba, el método del silogismo, con una especie de reviviscencia del método platónico.
En la edad media el método no es solamente la deducción, la intuición racional de Aristóteles, sino que además es la contraposición de opiniones divergentes. Cuanto Santo Tomás examina una cuestión, no solamente deduce de principios generales los principios particulares aplicables a la cuestión, sino que además pone en columnas separadas las opiniones de los distintos filósofos, que son una a favor otra en contra; las pone frente a frente, las critica unas con otras, extrae de ellas lo que puede haber de verdadero y lo de falso.  
Finalmente, lo propio del ser humano, dirá Aristóteles, es la actividad que realiza conforme a la razón o por lo menos no desprovista de razón. En esta actividad es que el hombre encuentra su perfección, su autorrealización y en esto consiste su felicidad.

PRÓXIMA ENTREGA LA CIENCIA

No hay comentarios: