Diputados y senadores subieron sus sueldos un 21,8%, casi 6.500 pesos por mes.

Ya cobraron el aumento, superior a la pauta salarial que pretende fijar el Gobierno. Sumando gastos de representación y otros ingresos, muchos llegan a más de 65 mil pesos por mes. Esto gracias a que no tienen paritarias, patrones que los controlen, ni ganas de servir al Pueblo, sí de servirse de él.

Mientras, los gobiernos nacional y/o provincial, indican que no hay cómo cumplir con un aumento a médicos, a docentes, que con mucha suerte cobran 6.500 por mes si tienen una antigüedad de 20 años, boleto gratis, y al medio día cuenta corriente en el kiosquito de doña Pepa.

Las banderas de equidad que la mayoría de los dirigentes elegidos proclaman como propias, parecen desaparecer al momento de ser parte del poder. Y ni qué hablar de ética y del sentido común.